Al costado de una ruta se estaba cavando un pozo de unos 1,50 metros de profundidad destinado a la construcción de un canal.
Un trabajador era el encargado de limpiar la tierra acumulada en el pozo. La cargaba a una pala mecánica que, una vez completa, depositaba la tierra fuera del pozo, al costado de la ruta.
Repentinamente, pasa por el borde de la ruta un camión a gran velocidad provocando un desmoronamiento de la tierra consolidada. El operario resulta aprisionado contra la pala mecánica y muere.